Llegó la yuta !!!!

A.Q.: Supiste que echaron al Romo?
C.R.: No weís? Cuándo?
A.Q.: La semana pasada…. Y fue de un día para otro.

Ese fue el comienzo de una conversación, que alcancé a escuchar hoy Miércoles 05 de Mayo, cuando me reintegraba a mis labores, después de estar varios días fuera. Fue un balde de agua fría, porque a pesar de no conocer al “Romo”, supe inmediatamente de qué se trataba. Quizás porque los hablantes tenían la actitud de “querer pasar piola”, medios cabizbajos, con la voz baja, entre otras cosas. Situación que se ha repetido desde el 11 de Marzo (día del cambio de mando) en varios servicios públicos. Donde diferentes profesionales, algunos militantes de partidos de la concertación, y otros independientes proclives a la izquierda, han sido alejados de sus funciones, sin motivo aparente. Claro que los que trabajamos en el servicio público, sabemos perfectamente “esos motivos”: no ser partidarios del nuevo gobierno y peor aún, ser militantes de partidos políticos. Estos profesionales, que en general son personas comunes y corrientes, que desarrollan su trabajo como cualquier otro mortal, son apartados, sin avisárseles, sin haberlos calificados, sin haberlos evaluados por su desempeño. Repito SIN MOTIVO, más que los políticos. En donde las personas que han tomado la decisión de despedirlos, ni siquiera son capaces de dar la cara, sino más bien, esconden la cabeza tras las personas encargadas de recursos humanos.Rara es la sensación que se vive hoy, después de haber pasado períodos, en donde todos nos podíamos decir lo que pensábamos, en donde todos participábamos de discusiones, sin que se transformaran en peleas, sino más bien en espacios de construcción, hoy nos encontramos silenciados, tratando de camuflarnos sin querer si quiera que nos nombren por error. Da la impresión, de que llegó la policía, de la cual debemos estar atentos, ya que al más mínimo descuido o mal entendido, nos ponen de patitas en la calle. Raro es que en los actuales almuerzos, pocas sean las conversaciones referidas al propio trabajo, sino más bien, de temas tan livianos como lo es la farándula. Y eso? Eso porque el terror de que se pueda perder la pega es grande. Porque cuando a una persona la echan, no sólo se va la persona, se va toda la familia despedida. Y por supuesto nos paralizamos al punto de que muchos compañeros de trabajo y compañeros de partido prefieran no reconocer su participación en actividades partidarias. Hoy yo no voy a juzgar a mis compañeros (con algunos de ellos, nos conocemos hace más de 10 años). De echo, prefiero que los lectores lo hagan. Cada uno tiene sus razones. Sólo espero que aquellas personas que fuertemente nos criticaron, hoy pongan en la balanza las situaciones que estamos viviendo, que por cierto, también les afecta.